Dorothy Corkille Briggs, Ed. Gedisa (2004)
No hay fórmulas mágicas para que tu hijo sea feliz, pero si puedes aumentar las probabilidades de que se sienta así si tienes en cuenta los siguientes puntos que he querido definirte yendo de lo más general a lo más concreto.
Cada niño se valora tal como ha sido valorado. Es posible que un niño con suficientes habilidades y con unos padres que le quieren no perciba estas realidades y se sienta inseguro y poco digno de ser amado. Se puede decir que cada reacción de los demás añade o quita algo de lo que el niño siente sobre su valía. Y puestos a valorar, es necesario saber que las reacciones de las personas que rodean al niño son más importantes que la posesión o ausencia de cualquier habilidad o defecto concreto. La autoestima se construye a partir de las propias comparaciones con los demás y de acuerdo con las reacciones de los demás hacia él.
Un niño está construyendo al crecer el concepto de sí mismo:
Un niño está construyendo al crecer el concepto de sí mismo:
- Va formándose una idea de quién es, si gusta o no, si es aceptado o no.
- Irá creándose unas expectativas acerca de sus posibilidades.
- Se encontrará bien, consigo mismo o por el contrario a disgusto con lo que hace.
- Se creará un clima, un tono emocional, una predisposición a disfrutar con los retos de la vida; o a padecer, a lamentarse, a ver lo negativo.
- Disfrutar, retarse, contemplar la vida desde una perspectiva positiva, de trabajo, con curiosidad, con facilidad para la empatía, con aliciente, desde un punto de vista creativo, intentando superar los problemas...
- Por el contrario angustiarse, ser incapaz de ver lo positivo, abrumarse ante cualquier problema, retirarse, o ponerse una máscara.
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